La trimurti hindú
La trimurti (en sánscrito: “tres formas”). Los tres dioses básicos. Brahma, Vishnu y Shiva. Estos dioses representan respectivamente los ciclos de creación, conservación y destrucción del universo. Así, Brahma sería el creador del universo, Vishnu su conservador y Shiva, el destructor.

Brahma es considerado como el Ser Supremo, el dios de dioses; Brahma, Vishnu y Sivha, son sus manifestaciones. Es verdad que en algunos versos de los Vedas, algunos de sus atributos también se dan a otras deidades, y en algunos de los Puranas se dice que hay varios dioses iguales al Supremo Brahma. No obstante, Brahma es considerado por los hindúes, opinión que encuentra mucho fundamento en sus escrituras, como el Supremo Dios: el origen de todos los demás y del que éstos son sus manifestaciones.

En el Atharva-Veda se lee:Todos los dioses están en Brahma como las vacas en un establo. En el principio, Brahma era este universo, el creó a los dioses. Habiendo creado a los dioses, los colocó en los mundos. Agni, en este mundo, Vayu en la atmósfera y Surya en el cielo. Y en los mundos que son más altos, colocó a los dioses que son aún más elevados. Entonces Brahma partió hacia la esfera más alta llamada Satyaloka, el más excelente y lejano de todos los mundos. Los dioses eran originalmente mortales, pero cuando fueron penetrados por Brahma, se volvieron inmortales. En el Taittiriya Brahmana (consta de 8 libros, himnos individuales), se dice que Brahma creó a todos los dioses y a este mundo entero. Dentro de él están todos estos mundos. Dentro de él está este universo entero. Brahma es el más grande de todos los seres. En Brahma están los treinta y tres dioses.

Vishnu, se le conoce como la segunda persona de la Trimurti o tríada hindú; pero a pesar de ser el segundo, esto no implica en modo alguno que deba ser considerado inferior a Brahma. En algunos libros se dice que Brahma es la primera causa de todas las Cosas, en otros se afirma, fuertemente que este honor pertenece a Vishnu, mientras que en otros se le concede a Sivha. Así como el principal trabajo de Brahma es la creación, el de Vishnu es el de la preservación y el de Shiva, la destrucción. Vishnu, sin embargo, crea, conserva y destruye, aunque en tres formas distintas. Tuvo varias encarnaciones en La Tierra. La primera fue como un pez, luego como una tortuga, la tercera como un jabalí y la cuarta como un león. La quinta encarnación fue como un enano, la sexta Parasurama, con la forma de un guerrero, la séptima como Rama y la octava como Krisna. Estas dos últimas encarnaciones fueron muy importantes para la tradición hindú.

Para algunos hinduistas y, obviamente para los budistas, Buda fue la novena encarnación de Vishnu. El dios Vishnu siempre es representado en posición vertical, llevando una corona, y portando algunos elementos como una concha, la flor de loto, un disco y un palo, que
muestra en cada uno de sus 4 brazos. Hoy en día Vishnu sigue siendo una deidad de culto, y alberga dentro del territorio hindú a una serie de templos y lugares a donde peregrinar.

Shiva es la tercera persona de la tríada hindú. Siendo Brahma el creador y Vishnu el preservador y estando todas las cosas sujetas a decaer, hacía falta un destructor para completar el sistema y es por eso que su nombre significa el que no es propicio; la destrucción es
considerada como la función especial de Sivha. Como corona tiene la luna creciente, y un adorno hecho de piel de tigre y elefante. Su garganta es azul, con una gran cobra enrollada alrededor del cuello. Lleva collares y una guirnalda, y serpientes trepando por todo su cuerpo.
También lleva un fajín, un cordón sagrado, y brazaletes. Tiene tres ojos y cuatro brazos, con ceniza sagrada esparcida por todo su cuerpo. Con dos de sus manos sostiene un tridente, y un tamborcito (damaru); con las otras dos manos forma mudras, de abhaya (protección) y varada (concede bienes). Sus ojos están medio cerrados, una postura sagrada llamada sambhavi mudra. Los ojos medio cerrados de Shiva indican que su mente permanece en el Ser, mientras que su cuerpo está actuando en el mundo externo.

Se cree que el río sagrado Ganga vino a la tierra desde el cielo a través del cabello de Shiva. El símbolo más común es la linga, (símbolo fálico) una piedra cilíndrica colocada en una base circular. Se cree que la linga representa la totalidad de la visión Hindú del mundo.

Según las enseñanzas del hinduismo, la muerte no implica muerte en el sentido de pasar a la no-existencia, sino simplemente un cambio a una nueva forma de vida. Aquel que destruye, por lo tanto, hace que los seres asuman nuevas fases de existencia: el Destructor es realmente un re-Creador. De ahí que le sea dado el nombre de Shiva, el Radiante o el dichoso. No hubiera sido así en caso de considerársele como el destructor en la acepción corriente de este término. En el hinduismo reciente, y según las enseñanzas de las epopeyas y los Puranas (escritos hindús, historias, tradiciones, mitos, leyendas…), Sivha juega un papel muy importante, habiéndose escrito varios libros dedicados a cantar sus alabanzas. Sin embargo, su nombre no figura entre los dioses de los Vedas (Los Cuatro Vedas: Veda es la única fuente de conocimiento que se posee sobre la India en el período 1.500 al 500 a. C). Se considera que fueron escritos entre el año 2.500 y el 2.700 a.C, aunque los hinduistas suponen una antigüedad mucho más lejana.

Por ello y a fin de aumentar su veneración entre los hombres, se ha afirmado que coincide con el “Rudra de los Vedas”. También se le conoce como “Mahadeva” o “Mahayogui”. Algunos lo consideran un dios hogareño, casado con la Diosa Parvati, mientras que otros lo consideran viviendo solo como un asceta en el Monte Kailash en los Himalayas.

 

 

Shiva/Shakti es el aspecto dual de la Divinidad.

La parte derecha del cuerpo corresponde al aspecto masculino (Shiva), y la parte izquierda del mismo representa el aspecto femenino, que a través de diferentes momentos adopta distintas formas y nombres.  Esta forma andrógina se llama Ardhanarisvara. Las dos mitades de la personificación de Dios.

 

 

 

Texto: “Shadana Yoga. Un manual para aprender y enseñar”. Angélica Solana