Agosto del  2006. Terminaba mi primer día del curso de yoga en Rishikesh y me dirigí excitada a experimentar la ceremonia del Ganga Aarti en el Ashram Parmart Niketan. Se estaba poniendo el sol, un olor espeso a incienso, sonidos de campanas, personas de colores, gente formando un solo grupo y todos, mostrando su devoción a la madre Ganga y justo en el centro de la terraza del río le encontré, suspiré estremecida al encontrarme con mi tan esperado Lord Shiva. Ahí estaba, presidiendo la ceremonia, mecido por el Ganges. Fue mi primer y más mágico Aarti.

Shiva el tercer dios de la Trimurti, el dios de la destrucción. Destruye la creación para que todo pueda ser creado nuevamente. Sin destrucción, no hay creación.

Se dice que Aarti viene del concepto védico del ritual del fuego, o homa.  En la tradicional ceremonia aarti, las flores representan la tierra (solidez), el agua representa a los elementos líquidos (liquidez), las lámparas o velas representan al componente fuego (calor), el incienso representa el estado purificado de la mente, y la propia inteligencia es ofrecida a través del orden de las ofrendas. Así pues, la existencia entera y todas las facetas de la creación material son simbólicamente ofrecidas al dios a través de la ceremonia Aarti. En sánscrito “Aa” significa “hacia” y “rati” significa “bien o virtud”.

Los rituales de la ceremonia envolvían mis sentidos, pero la imagen de Shiva me hipnotizaba, me ayudaba a mantener mi postura Siddhasana – Postura Perfecta, vislumbrando de forma espontánea esa línea dorada resplandeciente de Sushumna que me renergetizaba en un estado de maravillosa calma.

Cuenta la leyenda india que Shiva, ante la tristeza que le causaba a su esposa Shakti Parvati ver el sufrimiento en el mundo, y con tal de permitirle distinguir lo real de lo ilusorio y así consolarla, creó el Yoga. Shiva se dedicó a enseñar a su esposa todos los secretos del Yoga en una playa apartada con el fin de que nadie pudiera verles, sin darse cuenta que un pequeño pez les observaba a diarios desde cierta distancia con gran curiosidad.

Así, pasó el tiempo y el pez fue memorizando todas las posturas y meditaciones hasta que un día fue descubierto por Shiva, quién decidió desterrarlo. Cuando estaba buscando un nuevo lugar donde vivir, el pez llegó a las costas de India. Una vez en tierra, sucedió un milagro: el pez se transformó en hombre.

Los habitantes de aquel lugar lo acogieron y lo llamaron Matsyendra, el señor de los peces. Agradecido por su cálida acogida, Matsyendra les enseñó todas las posiciones del yoga, entre las cuales estaba matsyendrasana, que lleva su nombre”.

 

“Según el Gheranda Samhita hay tantas asanas como número de seres vivos. Shiva enseñó 8.400.000 posturas, de las cuales 84 son importantes para los yoguis y 32 de ellas son las que se describen en el texto.

De acuerdo con el Hatha Yoga Pradipika, Shiva solo enseñó 84 asanas siendo las más importantes las cuatro posiciones de meditación. Posturas corporales que actúan sobre el cuerpo, por resonancia desde los centros energéticos que se sitúan a lo largo de la columna vertebral, y la mente. Su práctica debe inspirarse en la lentitud de los movimientos en todas sus fases, en mantener una respiración lenta y consciente y una atención mental a todo lo que está sucediendo en el cuerpo.

El nombre de las asanas fue puesto por los rishis o sabios al observar todo lo que les rodeaba, agruparon sus nombres en relación a lo que observaban: animales, plantas, elementos, etc…
 
El Gheranda Samhita es un manual de Hatha Yoga del siglo XVII que consta de 351 estrofas distribuidas en siete capítulos. Junto a los Yoga Sutras de Patanjali y el Hatha Yoga Pradipika forman la trilogía más importante del estudio del yoga.
 

El domingo 23 de Junio del 2013, la estatua de Lord Shiva en Rishikesh fue sumergida por las lluvias monzónicas en las aguas del Ganga. Cada vez que regreso al mismo lugar (hará poco más de un año la última vez), casi de forma sistematizada entro en la misma postura y puedo sentir su perpetua “presencia”.

By Angélica Suryaswarupa 31/02/2018

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.