Apenas tenemos conciencia del esfuerzo que realizan constantemente nuestros músculos antigravitatorios, por ejemplo, sentir el esfuerzo que hacemos al caminar desplazando todo nuestro peso, lo mismo acaba sucediendo con la tensión muscular, cuyo origen principal es el estrés.

Es por ello que las técnicas de relajación se orientan en gran medida al desarrollo de la sensación corporal, a la vuelta al cuerpo, como un medio para ajustarlo. Prestar atención al cuerpo es atender al organismo (a lo orgánico), a la sensación. Percibir las tensiones que se acumulan en el cuerpo y es así tras sentirlas cuando se pueden aflojar. El dolor o la tensión generan estados emocionales y modelos de pensamiento que producen más estrés, con la relajación podremos reconocer la tensión excesiva, conocernos mejor y gestionar estos estados y lograr un estado mayor de calma y serenidad.

El maestro zen Thich Nhat Hanh, nos recuerda que en un estado de relajación profunda, conseguimos sentir nuestro estado anímico real y no el mental. En nuestra vida ordinaria, no somos conscientes de esta unidad de todas las cosas, sino que dividimos el mundo en objetos y sucesos separados. Esta división es útil y necesaria para enfrentarnos cada día al entorno que nos rodea, pero no constituye un rasgo fundamental de la realidad. Es una abstracción ideada por nuestro intelecto discriminador y categorizante. Creer que nuestros conceptos abstractos de “cosas” y “sucesos” separados son realidades de la naturaleza es una ilusión o “Maya”.

La finalidad principal es entonces, reajustar la mente, centrándola y tranquilizándola mediante la respiración, meditación, el equilibrio mental. Acceder a un estado mental tranquilo y equilibrado.

Beneficios de la relajación.

  • Armoniza, rejuvenece y regenera todos los órganos y sistemas, revitalizándolos.
  • Previene o descarga la tensión neuronal y relaja el cerebro.
  • Estabiliza la respiración, consiguiendo equilibrio nervioso, mental, emocional y equilibrando el ritmo cardíaco.
  • Aporta serenidad, sosiego, quietud mental y paz interior.
  • Mejora y previene los problemas de carácter,, como el mal humor, agresividad, irritabilidad.
  • Contribuye a potenciar la autoestima.
  • Combate los estados negativos de ánimo, como la apatía, desgana, tristeza y depresión.

By Angélica Suryaswarupa 23/02/2018

 

 

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